El Ayuntamiento de Crevillent (Alicante) ha iniciado la retirada del monolito dedicado a José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange, fruto de las negociaciones realizadas en los últimos meses en la junta de portavoces y con la agrupación local de Falange.
Así lo ha anunciado el alcalde del municipio, César Augusto Asencio (PP), quien ha resaltado que, gracias al consenso y al diálogo de todas las fuerzas políticas, ha sido posible la retirada de este monolito, ubicado en el paseo Fontenay y que ha estado presente en Crevillent “en los últimos 47 años con gobiernos locales de todos los signos políticos”.

 

El pleno del consistorio aprobó en noviembre de 2015 una moción del grupo de L’Esquerra para el cumplimiento de la Memoria Historia, aunque posteriormente hubo “unas dudas interpretativas sobre la ejecución del acuerdo plenario que se han tenido que resolver”.

“Finalmente fue la junta de portavoces la que acabó por consensuar cómo se debía llevar a cabo la retirada del monolito y cumplir con la Ley de Memoria Histórica”, señala.
También “la junta de portavoces estuvo de acuerdo en hacer entrega del monolito a la agrupación local de Falange, con la condición de que nunca fuera exhibido ni ser visto desde la vía pública”, asegura el comunicado.

Añade que, “en todo este proceso, el alcalde ha jugado un papel de mediador para que los acuerdos de la junta fueran aceptados por la agrupación local de Falange”, que ha tenido, según Asencio, “una actitud constructiva y dialogante, al igual que el grupo de l’Esquerra”, que, para el regidor, ha mostrado “muy buena predisposición en toda la negociación como proponentes de la moción”.

“Ha sido un gran mérito que hemos conseguido entre todos, a diferencia de otras poblaciones donde se ha abierto todo un debate público y crispado. En Crevillent hemos intentado evitar que esto fuera así y que la retirada fuera algo natural y norma”, ha declarado el alcalde.

La agrupación local de la Falange tendrá depositado el monolito en un solar privado donde quedará guardado.
“El Ayuntamiento ha acordado renunciar a tener ese bien y, de alguna manera, lo ha devuelto a los propietarios políticos de ese monumento, ya que no fue una obra municipal, puesto que se hizo con una suscripción popular en el anterior régimen y auspiciado por el aparato político del momento”, según el regidor.

Asencio ha remarcado que, en la retirada del monumento, desde el ayuntamiento se han llevado de “manera muy discreta todas las negociaciones y actuaciones”, y ha agregado que “hasta esta misma mañana no se ha anunciado que comenzaba la retirada”.
“Hemos evitado que se produjera un debate público que hubiera podido generar discrepancias o confrontaciones”, ha expuesto el alcalde, quien ha asegurado la retirada del monolito se efectúa de “forma discreta, ordenada y pacífica”.
Según el regidor, los trabajos de retirada del monolito finalizarán mañana y solo permanecerá en el Paseo Fontenay la base del monumento que servía como banco y, por tanto, se seguirá utilizando como mobiliario urbano.