Ocho personas han fallecido en a penas siete días en playas de la Comunitat Valenciana, siete de ellos hombres y una mujer, la mayoría de avanzada edad, por infartos o por otros motivos de salud no especificados.

Estos ahogamientos han ocurrido en playas de Torreblanca, Benicàssim y Vinaròs, en la provincia de Castellón, de Port de Sagunt y Gandía (Valencia), y de Benidorm y Elche (Alicante).

La Comunitat ha sufrido la muerte por ahogamiento de veintiocho personas durante 2016, la mayoría con edades superiores a los 65 años, dato que convierte a la valenciana en la cuarta autonomía con más mortalidad de este tipo por detrás de Galicia, Canarias y Andalucía.

«Las playas tienen condiciones cambiantes, es un entorno natural y por lo tanto en un momento dado se puede mostrar hostil a las personas», señaló Jorge Gómez, vicepresidente autonómico de la Cruz Roja en la Comunidad Valenciana. «Es fundamental que las personas estén muy atentos a las indicaciones», señaló.

Las playas de la Comunitat también han sido escenario en los últimos días de incidentes como la mordedura que sufrió un bañista por parte de una tintorera en la playa de Arenales del Sol de Elche. El hombre, de 40 años, fue trasladado al hospital para practicarle puntos de sutura, y la playa fue cerrada al baño durante cerca de dos horas.