CARTA a JUAN MIGUEL MARTÍNEZ LORENZO

“UN EJEMPLO DE VIDA”

Queridos Merce, Cristian y Oscar, familia, amigos, compañeros, vecinos, desde la fatal noticia que ha desencadenado que nos encontremos aquí, mi estado y me atrevería a asegurar que el de todos quienes lo conocimos podría ser resumido así: cuando un amigo se va, queda un tizón encendido que no se puede apagar ni con el agua de un río. Pero no sólo nosotros vamos a notar tu ausencia; también las calles y parajes de tu pueblo de adopción, los cielos de tu comarca, sus fiestas, els Nanos i Gegants, la Virgen del Remedio, San Bonifacio y el Santísimo Cristo del Monte Calvario te extrañarán.

Conocí a Juanmi hace más de 30 años y desde el primer momento supe que era “especial”. Su amor por la familia quedó patente en el lema que utilizaba para participar en los concursos fotográficos “Crios”. Era el acrónimo de los nombres de sus dos hijos Cristian y Oscar. Si algo ha definido la vida de Juanmi ha sido su bonhomía. Todos los calificativos necesarios para conceder esta excelencia de persona los reunía. Afabilidad, sencillez, bondad, honradez en el carácter y el comportamiento. Y podría añadir alguna más, discreción, sensatez… Todo ello unido a su timidez y a su aversión al protagonismo, lo convertía en invisible, condición indispensable para el desempeño con éxito de su gran afición, el reportaje fotográfico. Pero quienes lo conocimos bien sabíamos que en el fondo y aunque él ni siquiera lo sospechase era un león. Puede parecer una paradoja, pero con la majestuosidad de su ser, su grandeza y corazón de oro así lo percibíamos. Buena prueba de ello es la cantidad de colectivos que están hoy rotos ante este lamentable suceso.

Nos dejas huérfanos Jefe. Conociéndote sé que no ha sido tu pretensión, pero vas a dejar un hueco imposible de llenar. A pesar de ello te puedo asegurar que tu estela no va a desvanecerse. Tú vas a hacernos mejores personas. Tu ejemplo de vida, con tu generosidad, desprendimiento y abnegación permanecerá en nosotros, tus compañeros del Grup Fotogràfic de Petrer. Nos dejas el mejor legado posible. Por una parte, tu ejemplo de vida “hablar poco y obrar mucho”, y por otra, tus espléndidas imágenes que llegado el momento y con la generosidad de tu familia, verán la luz, para goce y disfrute de aficionados y profanos.

El haber podido conocerte todos estos años y el convivir con un ser humano cómo tú, ha sido el mejor regalo que podrías habernos hecho. GRACIAS POR TANTO Y HASTA SIEMPRE COMPAÑERO.

GRUP FOTOGRÀFIC DE PETRER