• Fallece el primer presidente de la democracia después de 11 años de enfermedad.
• En 2003 desapareció de la vida pública por la devastadora llegada del Alzheimer

La sombra de primer presidente de la democracia española es alargada. La leyenda de Adolfo Suárez ha seguido impasible con los años y sigue siendo el referente de presidente del Gobierno, se enfrentó al proceso más complicado de la historia de España en los últimos cincuenta años y casi salió airoso.

Llevaba retirado de la vida pública desde 2003 cuando le diagnosticaron una enfermedad que actúo de manera impasible y devastó su vida intelectual. Toda su familia le recordará de por vida pero los españoles tardarán tiempo en olvidar a aquel luchador que dio todo por la democracia y que hoy España llora por su vida.

Pasarán años hasta consigamos olvidar la imagen de un presidente que apostó por la democracia en su máximo exponente. Quiso conciliar con todas las fuerzas políticas para que todos los ciudadanos tuvieran representación y crear un constitución fuerte y que mantuviese sin fisuras a una España por fin: “grande y libre”.

•  Vida y obra del primer presidente de la democracia

La vida de ex presidente no siempre fue un ejemplo, provenía de una familia con muchas rencillas y con un padre con el que nunca tuvo mucha relación. Nunca fue un buen estudiante y se sacó la carrera de derecho en Salamanca, en la que nunca destacó por sus calificaciones. Pero en sus estudios encontró su pasión por el derecho y se doctoró en la Universidad Complutense de Madrid. En 1959 comenzó su relación con el franquismo dentro la Secretaria General del Movimiento.

Durante un tiempo fue ocupando puestos de responsabilidad dentro de la cúpula franquista pero sin destacar de manera sobresaliente. Fue cuando el franquismo y Franco comenzaron a “enfermar “ cuando el nombre de Adolfo Suárez comenzó a sonar como aperturista del régimen para que la a muerte de Franco se hiciera una transición hacia la democracia. No fue fácil y la imagen de nuestra Majestad fue clave, después de su coronación encargó a Suárez la construcción de la democracia que hoy conocemos.

Aunque este proceso tenga algunos detractores, tanto propios como extraños han admirado como se fue creando un estado democrático desde la nada. Se incluyó a todos los poderes políticos y a los ciudadanos en la concepción de la Constitución y la creación de un nuevo país sin rastro del Franquismo. En esta época fue cuando se decidió dejar atrás las rencillas de 40 años de dictadura y abrazar la libertad con todo el respaldo de la ley.

La construcción de la nueva “Carta Magna” tuvo muchas complicaciones, pero consiguió reunir a los nueves padres de la constitución en torno de una mesa, para crear un documento que conciliase las pretensiones de todos. La constitución de 1978 fue una adelantada su tiempo y un ejemplo claro de democracia.

Pero a este amante de la democracia no fue ésta la que le derrotó, sino la economía tambaleante que se vivió durante la crisis de los años 70, a pesar de los pactos de Moncloa que intentaron de subsanar la difícil situación económica que vivía España. La crisis de petróleo y la campaña de acoso y derribo que hubo contra su persona después de ganar las elecciones de 1979, podrían ser las razones para el Presidente dejara su puesto el 29 de enero de 1981.

Confió en dejar a cargo de esta responsabilidad en Leopoldo Calvo Sotelo; el día de su investidura como nuevo presidente nunca se borrará de la mente de los españoles. El 23-F siempre será el día en el que las fuerzas militares, y en concreto la Guardia Civil, hicieron peligrar la democracia construida tras cinco años de duros esfuerzos del Presidente Adolfo Suárez. Por ello ante la amenaza de Tejero permaneció impasible en su escaño y se quedó erguido durante las 24 horas que duró el Golpe de Estado.

El fallo del Golpe de Estado fue la prueba que la democracia que se había construido era fuerte y que esta hecha a prueba de balas; como la fuerza del presidente que nunca quedará entre dicho.  Después de desparecer de la política pasó a un segundo plano, sin caer en el procesos tedioso de ser un “perdedor”,siempre estuvo a la altura de las circunstancias.

El Alzheimer se comenzó hacer patente en su última aparición pública, en 2003, dando apoyo a su hijo en un meating político cuando se presentaba a Alcalde de Toledo. Después desapareció  de todo acto y con él su memoria, esa memoria traicionera que le hizo olvidar todo. Que final más triste para él que jamás podrá ser olvidado.