– La concejal del Grupo Municipal Socialista, Loles Fernández, advierte de que el PP no puede actuar de espaldas a la ciudad y dejarlo todo en manos de un promotor privado

– El portavoz de Unión Progreso y Democracia, Fernando Llopis, subraya que el proyecto no responde a las necesidades de la ciudad

El Grupo Municipal Socialista ha presentado una moción en el pleno, a la que se ha adherido Unión Progreso y Democracia, en la que propone la creación de una comisión para analizar la instalación de Ikea en Alicante con la que dar participación a todos aquellos agentes sociales y económicos que estén relacionados con el sector comercial. “Queremos que venga Ikea lo más pronto posible pero también queremos que se proteja la estructura comercial vigente frente a los intereses económico especulativos que prevalecen en el proyecto actual”, ha indicado la edil socialista Loles Fernández.

El concejal y portavoz de UPyD, Fernando Llopis, ha afirmado que “un proyecto tan importante, como es la instalación de Ikea, se debe realizar correctamente y bajo las adecuadas condiciones. No se pueden emplear atajos que al final siempre acaban favoreciendo al mismo empresario”.

“Se trata de buscar el mayor consenso político, social y económico para elaborar un documento con una propuesta concreta en cuanto a la ubicación, extensión y límites para la instalación”, añade Loles Fernández.

“El proyecto actual no responde a las necesidades de la ciudad. De hecho, demuestra que la instalación de la multinacional del mueble es lo de menos porque la tienda sólo supone un 1% del total, mientras que el centro comercial anexo abarca 280.000 metros cuadrados”, ha recordado Llopis.

“Para el comercio local esta operación puede ser su ruina. La ciudad de Alicante ya cuenta con 185.000 metros cuadrados de superficie bruta alquilable en grandes superficies con lo que la instalación de un nuevo macrocentro comercial, superior a estas cifras, tendrá un efecto perverso para la estructura comercial de nuestra ciudad”, ha explicado.

“Desde el PSOE consideramos que no se puede aprobar este proyecto tal y como se ha planteado. Es necesario una apertura a la participación ciudadana, fundamentalmente del colectivo de comerciantes, para que tenga viabilidad económica sin que esta vaya en detrimento del pequeño comerciante”, ha señalado Fernández.

“Tanto el Ayuntamiento como la Generalitat deben partir de la defensa de los intereses de la ciudad llevando a estudio y debate un nuevo proyecto que no cuente con premisas obligatorias innegociables como la ubiación de Ikea y los intereses de la multinacional y el promotor Enrique Ortiz”, concluye la edil socialista.