Al margen de los actuales paros parciales en la limpieza y recogida de residuos, por los que Alicante está más descuidada de lo normal, el asunto de la falta de limpieza es una constante desde que el anterior gobierno municipal firmó el contrato con la UTE que gestiona el servicio.

El alcalde lo tiene claro. El socialista Gabriel Echávarri defiende que para que la ciudad esté más limpia hay que limpiar más… y pagar más a la empresa. Las cuentas se pueden hacer por lo alto. Si un barrendero cobra de media unos 1.500€ al mes más pagas extraordinarias, contratar a 70 personas podría costar cerca de un millón y medio de euros.

Pero para pagar más hay que tener dinero. Por eso el alcalde tiene otra fórmula… sancionar a quien no cumpla con la normativa.

Los trabajadores de limpieza de Alicante reclaman subidas salariales y mejoras en las herramientas de trabajo. Si no hay acuerdo esta semana, el viernes comienza otra huelga parcial, que podría devolver esta imagen a las calles de la capital alicantina.

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