Las discrepancias entre PSPV y Compromís tensan las relaciones entre los miembros del gobierno valenciano
El mestizaje impuesto en las articulaciones del gobierno valenciano crea fricción en algunas consellerías, como en la de Economía o en la de Justicia.
En las últimas semanas, la relación entre los socios del Consell, PSPV y Compromís, está poniendo en evidencia un creciente distanciamiento, que se produce de forma transversal y a diferentes niveles de la estructura gubernamental. Mantener el tipo nunca ha sido fácil. La fórmula del ‘mestizaje’ ha molestado a algunos sectores, que se sentían vigilados por su segundo para no aplicar con soltura las políticas deseadas. Hasta ahorala mayoría de desencuentros se habían producido de forma concreta y concentrada. Pero ya se han abierto varios frentes que describen el relato de desgaste del ejecutivo autonómico valenciano cuando todavía faltan dos años de gobierno. O quizás por eso mismo. Puede que algunos ya estén tomando posiciones para soltar de la mano al otro cuando convenga negar la complicidad.
El gobierno del ‘mestizaje’ se basa en que en las consellerías donde el titular es del PSPV, es secretario autonómico (segundo) es de Compromís, y donde el primero es de Compromís, el segundo es socialista, para equilibrar el poder de mando
En el Seminari de Govern en Ademuz celebrado hace unas semanas ya hubo sus más y sus menos. Las discrepancias en el mestizaje de consellerias como Economía y Justicia hicieron que se pusiera en tela de juicio el pacto de gobierno. Aunque de cara a la galería se intenta vender una imagen de unidad, colegueo, amiguismo y concordia por doquier, lo cierto es que algunos consellers procuran no cruzarse con otros de su mismo equipo, y lo que es más grave: algunos secretarios autonómicos critican en los pasillos lo que sus titulares jerárquicamente superiores deciden en los despachos.
La disputa más reciente entre PSPV y Compromís se ha producido estos días por la petición de los de Mónica Oltra de desmantelar las diputaciones. Pero el PSPV tiene en la de València su particular reino de Taifas, donde el president, Jorge Rodríguez, dispone de fondos públicos para ganarse los favores de los alcaldes de la provincia y, de paso, contentar a sus vecinos de Ontinyent con inversiones del ente provincial que nunca, ya que Rodríguez es alcalde de esta localidad valenciana.
Las vacaciones de agosto puede que estén sirviendo para relajar los ánimos o, como auguran los peor pensados, para tomar posiciones de cara a los dos años que quedan de legislatura. Las acciones que se proyecten en ese tiempo son las que marcarán con más fuerza el recuerdo de gestión, por lo que todos, Compromís y PSPV, quieren colgarse esas medallas y no cederán protagonismo al otro porque el rédito electoral es muy sabroso.
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